Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia hicieron un impresionante hallazgo de varios artefactos prehispánicos y coloniales, entre ellos rifles y vasijas así como 12 cráneos que presentaban deformación craneal y dentaria y fragmentos de cerámica, representativos de la cultura maya.
El hallazgo de los materiales y cráneos ocurrió en las profundidades de los cenotes Balmi, Canun Che’en, La Guadalupana, Xkal Xkal y Kan Kab Che’en en la Pennínsula de Yucatán.
Las vasijas encontradas se cree que pertenecen al periodo Preclásico Tardío (400-250 a.C.) y se cree que son de uso doméstico y ritual:
“Algunas son ollas ovoides de color rojo y tuvieron un uso mortuorio, como lo revelan diversas perforaciones intencionales; su forma es similar a las ánforas romanas, y sólo se habían reportado en el sitio Cuello, en Belice”.
Un descubrimiento bastante interesante, más para los amantes de la historia de México y de nuestros ancestros.
Hallan docena de cráneos mayas en Yucatán
CIUDAD DE MEXICO, Mexico, sep 16
Arqueólogos mexicanos hallaron una docena de cráneos prehispánicos mayas dentro de varios cenotes o grutas subterráneas en el sureño estado de Yucatán.
Los especialistas también encontraron cerca de medio centenar de vasijas, que datan de entre 400 y 250 antes de Cristo.
El descubrimiento fue realizado dentro de cinco cenotes, que servían para el suministro de agua y como espacios para efectuar rituales entre las comunidades mayas.
Especialistas en arqueología subacuática del estatal Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) efectuaron el hallazgo, pero no extrajeron ninguno de los objetos debido a su fragilidad, debido a que permanecen en un ambiente húmedo.
La arqueóloga Lisseth Pedroza, de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, indicó que el registro de los cenotes fue posible mediante diversas inmersiones.
Sólo tomamos algunas muestras de tiestos que serán estudiados en los laboratorios del INAH, indicó la experta.
Los fragmentos se examinarán por los métodos de petrografía y luminiscencia, cuyos resultados servirán para diseñar un proceso de restauración que podría aplicarse en el futuro, indicó el INAH.
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