Opinión de El Cristalazo
Rafael Cardona
Rafael Cardona Opinión Lunes 15 de Junio, 2009 Hora de modificación: 00:42
El pasado 12 de junio se hizo del conocimiento público un secuestro en Campeche. Ese caso no tendría mayor interés si no fuera por la identidad de uno de los secuestradores: José Ignacio Seara Rosiñol, hijo del ex presidente municipal del Carmen y actual aspirante a una diputación federal –por el Partido Acción Nacional–, José Ignacio Seara Sierra.
En su edición del 12 de los corrientes, Por esto! publicó una extensa nota cuyos primeros párrafos son éstos:
“José Ignacio Seara Rosiñol, hijo del presidente municipal del Carmen con licencia y actualmente candidato a diputado federal por el PAN José Ignacio Seara Sierra, junto con dos escoltas, un chofer de la presidenta del DIF municipal (madre del señor JISR) y dos sujetos más, fueron capturados en un retén de la Policía Federal, cuando a bordo de un vehículo oficial llevaban secuestrado al ingeniero José Juan Martínez García, hijo de una lideresa priista de colonias.
“Seara Rosiñol habría estudiado licenciatura en administración de empresas, tiene licencia de cazador, está registrado como concesionario de una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAN) en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, desde el 22 de agosto de 2008, y es un aficionado a las armas, tanto que solicitó y obtuvo un permiso en la Secretaría de la Defensa Nacional, a través del sitio de internet armería.com.
“El rescate de Martínez García, también empleado de la compañía petrolera Oceanografía, se logró cuando sus captores lo llevaban fuera de la ciudad, al parecer con dirección a alguna propiedad privada situada en las playas ubicadas entre la isla del Carmen y Sabancuy.
“La Procuraduría General de Justicia del Estado se declaró incompetente en el caso y lo turnó a la subdelegación de la Procuraduría General de la República (PGR), en Carmen, toda vez que a los presuntos delincuentes se les aseguraron armas de grueso calibre de uso exclusivo de las fuerzas armadas, entre ellas un rifle AK-47, mejor conocida como ‘cuerno de chivo’. El secuestrado es el ingeniero electromecánico José Juan Martínez, de 27 años de edad, cuya condición económica no lo hace presa apetitosa para un secuestro por dinero”.
Independientemente de la atracción del caso por las autoridades federales, la conducta de este caballero, cazador y administrador, quien para hacer cuanto la información le atribuye utilizó una camioneta del DIF, al frente del cual todavía se halla su mamá, María Elena Rosiñol Abreu, exhibe una vez más –dice Alejandro Moreno Cárdenas, líder del PRI en el estado– cómo se practica la doble moral entre los panistas.
Nuevamente Campeche es foco de perturbación para la tranquilidad panista. Si bien nadie es responsable por la conducta ajena, en este caso al menos se debería buscar una explicación creíble de cómo los autos oficiales del gobierno municipal se ven mezclados en asuntos de delito.
Pero en el campo de lo simbólico ha sido el Partido Acción Nacional el estandarte de la cohesión derivada del diálogo, el entendimiento, la vigilancia de los hijos y la aspiración de hacer buenas familias en una buena sociedad católica.
Pero de pronto le vienen caer en la mesa a Germán Martínez, a casi 20 días de las elecciones, los casos de Campeche y Nuevo León. En el primer estado no es este el único escándalo. Ya la prensa peninsular nos dio detalles de cómo se intentaba triangular dineros públicos en beneficio de la campaña electoral de Mario Ávila Lizárraga, en las oficinas de la familia Mouriño.
Después se les vinieron encima las grabaciones de “Reporte Índigo” en torno a la estrategia y diagnósticos sobre el narcotráfico y su combate del candidato a la presidencia municipal de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández Garza, las cuales fueron tan desafortunadas como su intento de clamar inocencia: “no les quise comprar publicidad, por eso me atacan”.
Esa salida en falso es absolutamente inaceptable, en espacial por sus precauciones en torno de la prensa expresadas en las mismas cintas. Un señor cuya primera pregunta es “¿no hay periodistas aquí?” hace evidente su plena conciencia de la gravedad de sus siguientes dichos.
En estas condiciones las banderas de ataque a los opositores, especialmente al PRI, ondeadas a todo trapo por el líder panista se comienzan a desgarrar. Ya ni hablar más de la indecencia en el Seguro Social (en manos panistas en 2003) en la subrogación de la guardería del múltiple asesinato infantil en Sonora.
Si Gonzalo N. Santos inmortalizó la frase pícara de la política nacional en cuyos jardines moral quiere decir árbol de moras, los panistas han duplicado la cínica cosecha: la moral da moras y zarzamoras.
A/H1N1
Jon Andrus, funcionario de la Organización Panamericana de la Salud, expresó recientemente su preocupación por un posible relajamiento en México de las medidas de control del virus pandémico de la influenza humana, lo cual no corresponde con la celebración, el mes próximo en Cancún, de una cumbre sanitaria mundial de la cual este país será sede.
La plana mayor de la OMS y todos los secretarios de Salud del planeta estarán aquí para discutir estrategias globales en torno al tratamiento de la pandemia. Muy importante fue el trabajo desarrollado por el secretario de Salud del DF, Armando Ahued, quien hasta el día de ayer sólo tenía un enfermo en los hospitales de la ciudad de México por esta causa.
racarsa@hotmail.com
Rafael Cardona
Rafael Cardona Opinión Lunes 15 de Junio, 2009 Hora de modificación: 00:42
El pasado 12 de junio se hizo del conocimiento público un secuestro en Campeche. Ese caso no tendría mayor interés si no fuera por la identidad de uno de los secuestradores: José Ignacio Seara Rosiñol, hijo del ex presidente municipal del Carmen y actual aspirante a una diputación federal –por el Partido Acción Nacional–, José Ignacio Seara Sierra.
En su edición del 12 de los corrientes, Por esto! publicó una extensa nota cuyos primeros párrafos son éstos:
“José Ignacio Seara Rosiñol, hijo del presidente municipal del Carmen con licencia y actualmente candidato a diputado federal por el PAN José Ignacio Seara Sierra, junto con dos escoltas, un chofer de la presidenta del DIF municipal (madre del señor JISR) y dos sujetos más, fueron capturados en un retén de la Policía Federal, cuando a bordo de un vehículo oficial llevaban secuestrado al ingeniero José Juan Martínez García, hijo de una lideresa priista de colonias.
“Seara Rosiñol habría estudiado licenciatura en administración de empresas, tiene licencia de cazador, está registrado como concesionario de una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAN) en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, desde el 22 de agosto de 2008, y es un aficionado a las armas, tanto que solicitó y obtuvo un permiso en la Secretaría de la Defensa Nacional, a través del sitio de internet armería.com.
“El rescate de Martínez García, también empleado de la compañía petrolera Oceanografía, se logró cuando sus captores lo llevaban fuera de la ciudad, al parecer con dirección a alguna propiedad privada situada en las playas ubicadas entre la isla del Carmen y Sabancuy.
“La Procuraduría General de Justicia del Estado se declaró incompetente en el caso y lo turnó a la subdelegación de la Procuraduría General de la República (PGR), en Carmen, toda vez que a los presuntos delincuentes se les aseguraron armas de grueso calibre de uso exclusivo de las fuerzas armadas, entre ellas un rifle AK-47, mejor conocida como ‘cuerno de chivo’. El secuestrado es el ingeniero electromecánico José Juan Martínez, de 27 años de edad, cuya condición económica no lo hace presa apetitosa para un secuestro por dinero”.
Independientemente de la atracción del caso por las autoridades federales, la conducta de este caballero, cazador y administrador, quien para hacer cuanto la información le atribuye utilizó una camioneta del DIF, al frente del cual todavía se halla su mamá, María Elena Rosiñol Abreu, exhibe una vez más –dice Alejandro Moreno Cárdenas, líder del PRI en el estado– cómo se practica la doble moral entre los panistas.
Nuevamente Campeche es foco de perturbación para la tranquilidad panista. Si bien nadie es responsable por la conducta ajena, en este caso al menos se debería buscar una explicación creíble de cómo los autos oficiales del gobierno municipal se ven mezclados en asuntos de delito.
Pero en el campo de lo simbólico ha sido el Partido Acción Nacional el estandarte de la cohesión derivada del diálogo, el entendimiento, la vigilancia de los hijos y la aspiración de hacer buenas familias en una buena sociedad católica.
Pero de pronto le vienen caer en la mesa a Germán Martínez, a casi 20 días de las elecciones, los casos de Campeche y Nuevo León. En el primer estado no es este el único escándalo. Ya la prensa peninsular nos dio detalles de cómo se intentaba triangular dineros públicos en beneficio de la campaña electoral de Mario Ávila Lizárraga, en las oficinas de la familia Mouriño.
Después se les vinieron encima las grabaciones de “Reporte Índigo” en torno a la estrategia y diagnósticos sobre el narcotráfico y su combate del candidato a la presidencia municipal de San Pedro Garza García, Mauricio Fernández Garza, las cuales fueron tan desafortunadas como su intento de clamar inocencia: “no les quise comprar publicidad, por eso me atacan”.
Esa salida en falso es absolutamente inaceptable, en espacial por sus precauciones en torno de la prensa expresadas en las mismas cintas. Un señor cuya primera pregunta es “¿no hay periodistas aquí?” hace evidente su plena conciencia de la gravedad de sus siguientes dichos.
En estas condiciones las banderas de ataque a los opositores, especialmente al PRI, ondeadas a todo trapo por el líder panista se comienzan a desgarrar. Ya ni hablar más de la indecencia en el Seguro Social (en manos panistas en 2003) en la subrogación de la guardería del múltiple asesinato infantil en Sonora.
Si Gonzalo N. Santos inmortalizó la frase pícara de la política nacional en cuyos jardines moral quiere decir árbol de moras, los panistas han duplicado la cínica cosecha: la moral da moras y zarzamoras.
A/H1N1
Jon Andrus, funcionario de la Organización Panamericana de la Salud, expresó recientemente su preocupación por un posible relajamiento en México de las medidas de control del virus pandémico de la influenza humana, lo cual no corresponde con la celebración, el mes próximo en Cancún, de una cumbre sanitaria mundial de la cual este país será sede.
La plana mayor de la OMS y todos los secretarios de Salud del planeta estarán aquí para discutir estrategias globales en torno al tratamiento de la pandemia. Muy importante fue el trabajo desarrollado por el secretario de Salud del DF, Armando Ahued, quien hasta el día de ayer sólo tenía un enfermo en los hospitales de la ciudad de México por esta causa.
racarsa@hotmail.com
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