¡De Mario Villanueva a Abuxapqui!



EN PRIMERA FILA
Por Luis A. CABAÑAS BASULTO*

Por enésima ocasión comprobamos que las comparaciones suelen ser odiosas, pero necesarias para un punto de referencia, como es el caso del tema de hoy, que implica involucrar al ex gobernador quintanarroense preso, Mario Villanueva Madrid, aunque no a su despreciable vástago del mismo nombre, aún presidente municipal de Othón P. Blanco, al que, si antes se identificaba sólo con el apelativo de mitómano, hoy se le agregaría el de cleptómano. Ya sabe usted, por aquello de las “manos de seda”.

Pues bien, el caso es que, tras la virtual exoneración y “premiación” de Carlos Mario por parte de la XIII Legislatura con la autorización para contratar empréstitos hasta por 272 millones de pesos para “parchar” las finanzas del Ayuntamiento que saqueó durante más de año y medio, retornamos el martes anterior al Congreso del Estado para averiguar qué harían nuestros representantes “populares” para regular las recién aprobadas candidaturas independientes.

Así, también interesados en el caso de su todavía correligionaria priísta, la alcaldesa con licencia de Tulum, Edith Mendoza Pino, acudimos a una sesión que, si bien suele llamársele ordinaria para diferenciarla de las extraordinarias, lo cierto es que en esta ocasión -y en muchas anteriores- bien que “mereció” el calificativo, pero por lo co-rrien-te, ya que, más que desarrollarse con alguna solemnidad, parecía alguna reunión familiar.

¿Y sabe Ud. qué asunto trataban, entre otros, los diputados locales? Pues resulta que nada más ni nada menos que las cuentas públicas 2011 del propio Poder Legislativo al que pertenecen, pero, contra toda lógica y sentido común, las aprobaron sin chistar -o sea por unanimidad- junto con una docena de iniciativas más -claro, es lo que ellos gastaron- y, al igual que los más de 15 asuntos de la orden del día, ni si quiera fueron objeto de algún análisis u observación de quienes cada 15 o 20 minutos piden a todos ponerse de pie por decretarse una aprobación.

En efecto, al igual que en TODAS las sesiones, pareciera que los diputados -salvo algunas honrosas excepciones- sólo contaran con ese periodo para solventar sus asuntos personales, ya que, de curul en curul, estaban pendientes de todo, excepto de la documentación que leía desde presídium su compañera suplente Alondra Herrera Pavón, a quien -para variar- sólo se le entendía la tradicional oración de “se somete a votación” que, aunque parezca mentira, ni siquiera sabían los diputados a quién correspondía hacerlo por estar en todo, “menos en misa”, incluyendo a su propio coordinador, Eduardo Espinosa Abuxapqui.

Espinosa Abuxapqui acostumbra conceder entrevistas durante la sesión, ignorando a sus compañeros diputados

Ahora bien, esa odiosa circunstancia nos obliga a remitirnos a la entonces V Legislatura de 1988 que, coordinada por Villanueva Madrid, la integraban los también priístas Raúl Santana Bastarrachea, Joel Sauri Galué -actual tesorero de la Comuna capitalina- Francisco Alcocer Ojeda (q.e.p.d.), Pablo Esparza Filigrana, el carrilloportense Francisco Arana Tun (q.e.p.d.), el cancunense Armando Góngora Campos, la cozumeleña Gregoria Franco Vivas (q.e.p.d.), el jarocho Procónsul Cruz del Valle, el kantunilkense Emilio Oxté Tah y el cancunense Isidoro Mendoza de la Cruz (suplido por Jesús Pérez Blas)

Por su parte, la oposición estaba integrada por el panista carrilloportense Agustín Rodríguez Garma, los representantes del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, Lázaro Blanco Sánchez y Felipe de Jesús Moguel Moo, respectivamente, y el petista tabasqueño Enrique Zurita Priego.

Nuestros entonces compañeros de la fuente, Delfio Xool, Normando Medina, José Luis Galán (q.e.p.d.), Felipe Durán, Rubén Vizcaíno, Jorge Cruz, Felipe Hernández, Nicolás Lizama, Sara Cahuich, Fernando Aguileta y Eugenio Morelos, entre otros, no nos dejarán mentir sobre el férreo control de Villanueva Madrid en las sesiones, donde nadie abandonaba su lugar para platicar con sus compañeros o “conceder” entrevistas. Enviaban notas con las secretarias que sirven rellenos de café, agua o refresco. Había respeto puro, pues, a sus compañeros, asistentes y al propio Poder.

Más aun, las iniciativas sobre cuentas de dependencias y organismos se presentaban minuciosamente con sus respectivos presupuestos, desgloses y conceptos, tales que, aunque Ud. no lo crea, los legisladores criticaban, pedían analizar o emitían votos en lo general o personal, incluyendo a la entonces invariable mayoría del PRI, aunque, con excepción del callado Moguel Moo, la oposición era la más protagonista.

A 24 años de distancia, cuando gobernaba entonces don Miguel Borge Martín -tío del actual jefe del Ejecutivo, Roberto Borge Angulo-, las cosas son de suyo totalmente diferentes, ya que las cuentas se aprueban “al vapor”, sin ningún análisis, al menos no ante los ojos de la comunidad -y mucho menos de los medios de comunicación-, que ignora números, motivos, conceptos y demás.

Por si fuera poco, la lectura de iniciativas y demás documentos pasa prácticamente desapercibido de los presentes, pues el tipo de acústica del salón de sesiones y el “marciano” equipo de sonido, que sólo permiten entender o grabar correctamente si se pega uno a las bocinas, impiden escuchar adecuadamente, aunque, al final de cuentas, pareciera ser que de eso se trata: Que ningún presente sepa nada de nada.

Hasta hace unos años los periodistas recibían un legajo completo de las iniciativas junto con la orden del día, por lo que, al menos, era posible elaborar información de las sesiones para informar, pero, con el recurrido pretexto de la austeridad, la oficina de prensa del Congreso “escoge” hoy a quiénes hacerle llegar esa documentación -nosotros jamás la hemos recibido, ni siquiera vía correo electrónico-, aunque también envía un boletín que, por lo que vemos, prefieren medio “revolcar” los compañeros para su nota.

Con todo, si sirve de “consuelo”, cabe recordar la pésima ubicación de las curules de nuestros diputados que, exactamente de espaldas a los presentes, pareciera que aquéllos buscan legislar precisamente a espaldas del pueblo y que nadie se entere quién votó a favor o en contra de qué o de quién, ya que tampoco pronuncian con suficiente claridad o valor su nombre ni el sentido de su sufragio ¡y luego se dice que “20 años no es nada” por aquello de la canción! Así, nos preguntamos, ¿todo tiempo pasado era mejor?

Luis Angel Cabañas Basulto, periodista yucateco avecindado en Chetumal, Quintana Roo, con más de 35 años de trayectoria como reportero, jefe de información, editor y jefe de redacción de diversos medios de información, también ha fungido como Jefe de Información de dos ex gobernadores y tres presidentes municipales, y publicado tres libros.

Publicar un comentario

0 Comentarios