Galicia y el avión que cayó en reforma
26.12.2008
RAFAEL FERNÁNDEZ TOMÁS
26.12.2008
RAFAEL FERNÁNDEZ TOMÁS
EX DIPUTADO MEXICANO
Se iniciaba la operación de descenso al llegar a la gran ciudad. El Learn Jet 25 había realizado un viaje tranquilo de ida y vuelta a la ciudad de Aguascalientes. Mientras los pasajeros terminaban sus güisquis el piloto notó algo raro en el avión. El control se le iba de las manos sin saber por qué y caía en picada a 500 kms por hora para que en minutos cayese en la principal avenida de la ciudad de México, en el cruce con el periférico, vía rápida llena de miles de automóviles,y quedar destrozado en un radio de centenares de metro. Los 7 pasajeros y cerca de 40 automovilistas que pasaban por aquel cruce murieron al instante.
Informado de inmediato el presidente por su edecán militar, preocupado, dio instrucciones: «Informen al Lic Juan Camilo Mouriño». El militar, pálido y serio, respondía al oído del presidente de la República: «Es que és el avión del Lic. Mouriño». Felipe Calderón enmudeció. Había muerto su brazo derecho, el segundo hombre del país, que 37 años antes había nacido en Vigo, Galicia.
Eran las siete de la noche, y el caos reinaba no sólo en aquella avenida sino en todo el país cuando la noticia fue conociéndose. Había caído el avión de Mouriño, el famoso Iván, como lo llamaban los intimos, y que había empezado su carrera en Campeche con negocios turbios alrededor de gasolineras y de negocios incompatibles con su puesto de diputado local, después ser el coordinador de la campaña electoral de Calderón y más tarde el número dos de Los Pinos y luego secretario de Gobernación. Calderón dio instrucciones a Luis Tellez, ministro de Transportes y hombre de enorme experiencia, a que tomasen el control de la situación y se declarase de inmediato que «había sido un accidente» para descartar la cada vez más extendida sensación en el país de un atentado del narcotráfico. Lic. Mouriño fue enterrado con honores de Estado. En un país en que este año habían sido asesinados por los narcos, con el tiro de gracia, 5.112 personas (sin considerar los 12 militares decapitados hace unos días en Guerrero), la preocupación crecía.
Cuando se abrieron las cajas negras se escuchó las conversaciones últimas entre los pilotos. Gritos de desesperación, que parecían mostrar a un piloto novato que desconocía el avión. ¿Se imagina en un país como México, el avión y el piloto que lleva el secretario de Gobernación y al zar antidrogas? En Aguascalientes, un hombre de la torre de control entregó al piloto la documentación con la hoja de ruta y la tarjeta que requería la computadora del Jet Learn 25. Finalmente, los narcotraficantes, con modelos más sofisticados acabaron con Iván y con zar antidrogas, en forma sutil. Comprado el operador de la torre de control de Aguascalientes, al darle la documentación, cambiaron la tarjeta que llevaba el Jeat Learn 25, por una de un Jet Learn 45.Eso fue lo que desquició el avión.
Así llegó a su fin la vida de Juan Camilo Mouriño, gallego que equivocó el rumbo.
Se iniciaba la operación de descenso al llegar a la gran ciudad. El Learn Jet 25 había realizado un viaje tranquilo de ida y vuelta a la ciudad de Aguascalientes. Mientras los pasajeros terminaban sus güisquis el piloto notó algo raro en el avión. El control se le iba de las manos sin saber por qué y caía en picada a 500 kms por hora para que en minutos cayese en la principal avenida de la ciudad de México, en el cruce con el periférico, vía rápida llena de miles de automóviles,y quedar destrozado en un radio de centenares de metro. Los 7 pasajeros y cerca de 40 automovilistas que pasaban por aquel cruce murieron al instante.
Informado de inmediato el presidente por su edecán militar, preocupado, dio instrucciones: «Informen al Lic Juan Camilo Mouriño». El militar, pálido y serio, respondía al oído del presidente de la República: «Es que és el avión del Lic. Mouriño». Felipe Calderón enmudeció. Había muerto su brazo derecho, el segundo hombre del país, que 37 años antes había nacido en Vigo, Galicia.
Eran las siete de la noche, y el caos reinaba no sólo en aquella avenida sino en todo el país cuando la noticia fue conociéndose. Había caído el avión de Mouriño, el famoso Iván, como lo llamaban los intimos, y que había empezado su carrera en Campeche con negocios turbios alrededor de gasolineras y de negocios incompatibles con su puesto de diputado local, después ser el coordinador de la campaña electoral de Calderón y más tarde el número dos de Los Pinos y luego secretario de Gobernación. Calderón dio instrucciones a Luis Tellez, ministro de Transportes y hombre de enorme experiencia, a que tomasen el control de la situación y se declarase de inmediato que «había sido un accidente» para descartar la cada vez más extendida sensación en el país de un atentado del narcotráfico. Lic. Mouriño fue enterrado con honores de Estado. En un país en que este año habían sido asesinados por los narcos, con el tiro de gracia, 5.112 personas (sin considerar los 12 militares decapitados hace unos días en Guerrero), la preocupación crecía.
Cuando se abrieron las cajas negras se escuchó las conversaciones últimas entre los pilotos. Gritos de desesperación, que parecían mostrar a un piloto novato que desconocía el avión. ¿Se imagina en un país como México, el avión y el piloto que lleva el secretario de Gobernación y al zar antidrogas? En Aguascalientes, un hombre de la torre de control entregó al piloto la documentación con la hoja de ruta y la tarjeta que requería la computadora del Jet Learn 25. Finalmente, los narcotraficantes, con modelos más sofisticados acabaron con Iván y con zar antidrogas, en forma sutil. Comprado el operador de la torre de control de Aguascalientes, al darle la documentación, cambiaron la tarjeta que llevaba el Jeat Learn 25, por una de un Jet Learn 45.Eso fue lo que desquició el avión.
Así llegó a su fin la vida de Juan Camilo Mouriño, gallego que equivocó el rumbo.
0 Comentarios