En el Polifórum Rafael E. Melgar, dentro del programa de recitales de música clásica de la Secretaría de Cultura
Chetumal. Un concierto de piano exquisito, tanto por la ejecución como por las melodías seleccionadas, fue el que ofreció Elizabeth Fernández Guerrero este sábado 21 de febrero en el Polifórum Rafael E. Melgar, a partir de las 19:00 horas.
Precisamente la pieza Piano, de Bebu Silvetti, fue la que abrió la sesión sabatina de música clásica, programa instaurado en octubre del 2008 por la Secretaría de Cultura de Quintana Roo, en este espacio rescatado para ofrecer al público eventos de alta calidad.
La siguiente composición tocada por Elizabeth Fernández fue Matrimonio de amor, de Paul de Senneville; luego, Intermezzo, del mexicano Manuel M. Ponce, y después los valses Opus 69 1 y 2 de Frederic Chopin, para continuar con No sé tú, del genial yucateco Armando Manzanero.
Posteriormente, con su habitual virtuosismo, la pianista interpretó Playas de ensueño, de Johnny Pearson, una composición de elevado lirismo y por ello muy apreciada por los melómanos; y luego, los siempre dulces y misteriosos acordes de Claro de Luna, del incomparable Ludwig van Beethoven.
Las cuatro últimas obras del recital fueron: Castillos de hielo, de Marvin Hamlisch, ganador de tres Óscar y nominado a la estatuilla en 1979 por dicha obra; Invierno porteño, de Astor Piáosla; A cómo el amor, de Paul de Senneville, y Rapsodia húngara número 2, de Franz Liszt.
Elizabeth Fernández Guerrero tiene título de concertista por el Conservatorio Nacional de Música. En 1977 obtuvo una beca para proseguir sus estudios en la ciudad de Boston, EEUU. Es miembro vitalicio de la asociación internacional de cultura Society for Performing Arts.
Actualmente es catedrática de piano y canto en la Escuela Estatal de Música.
Cabe reiterar que el programa sabatino de recitales de música clásica en el Polifórum Rafael E. Melgar se consolidó inmediatamente como una tradición artística de esta capital, ya que vino a satisfacer una necesidad profunda de la comunidad, lo cual se refleja en el numeroso público que se da cita en este lugar cada sábado.
Chetumal. Un concierto de piano exquisito, tanto por la ejecución como por las melodías seleccionadas, fue el que ofreció Elizabeth Fernández Guerrero este sábado 21 de febrero en el Polifórum Rafael E. Melgar, a partir de las 19:00 horas.
Precisamente la pieza Piano, de Bebu Silvetti, fue la que abrió la sesión sabatina de música clásica, programa instaurado en octubre del 2008 por la Secretaría de Cultura de Quintana Roo, en este espacio rescatado para ofrecer al público eventos de alta calidad.
La siguiente composición tocada por Elizabeth Fernández fue Matrimonio de amor, de Paul de Senneville; luego, Intermezzo, del mexicano Manuel M. Ponce, y después los valses Opus 69 1 y 2 de Frederic Chopin, para continuar con No sé tú, del genial yucateco Armando Manzanero.
Posteriormente, con su habitual virtuosismo, la pianista interpretó Playas de ensueño, de Johnny Pearson, una composición de elevado lirismo y por ello muy apreciada por los melómanos; y luego, los siempre dulces y misteriosos acordes de Claro de Luna, del incomparable Ludwig van Beethoven.
Las cuatro últimas obras del recital fueron: Castillos de hielo, de Marvin Hamlisch, ganador de tres Óscar y nominado a la estatuilla en 1979 por dicha obra; Invierno porteño, de Astor Piáosla; A cómo el amor, de Paul de Senneville, y Rapsodia húngara número 2, de Franz Liszt.
Elizabeth Fernández Guerrero tiene título de concertista por el Conservatorio Nacional de Música. En 1977 obtuvo una beca para proseguir sus estudios en la ciudad de Boston, EEUU. Es miembro vitalicio de la asociación internacional de cultura Society for Performing Arts.
Actualmente es catedrática de piano y canto en la Escuela Estatal de Música.
Cabe reiterar que el programa sabatino de recitales de música clásica en el Polifórum Rafael E. Melgar se consolidó inmediatamente como una tradición artística de esta capital, ya que vino a satisfacer una necesidad profunda de la comunidad, lo cual se refleja en el numeroso público que se da cita en este lugar cada sábado.
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